El TSJ obliga a derribar el remate de la Muralla del Mar y a rebajar el paseo superior

Actualizado a 16/04/2004

«La coronación deberá desaparecer, sin ser sustituido por elemento alguno, manteniéndose en este punto la muralla con su configuración original y adoptándose por las administraciones demandadas cuantas medidas sean necesarias para hacer compatible la desaparición del referido pretil con el uso del paseo superior por los particulares». Es una de las frases del fallo que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJ) ha emitido contra las obras de reforma de la parte superior de la Muralla de Carlos III en el tramo comprendido entre los Héroes de Cavite y el antiguo Hospital de Marina.

La sentencia llega cinco años después de que concluyeran los trabajos, pero Aforca no ha dado su brazo a torcer y ha continuado con el proceso. Según esta asociación de amigos de los castillos y fortalezas de Cartagena, que preside Aureliano Gómez-Vizcaíno, el cambio de la balaustrada colocada en el monumento en 1915 «supone un atentado contra la Ley de Patrimonio Histórico Español». Por esta razón presentaron un recurso contencioso administrativo en el TSJ en el que pedían que se obligue al Ayuntamiento a su demolición, así como a la reposición de la balaustrada que existía antes. Pero no es el Ayuntamiento de Cartagena el único demandado. Aforca también presentó el recurso contra la Comunidad Autónoma y el Ministerio de Fomento, quien financió las obras con el 1% del presupuesto que se reserva para reformas en el Patrimonio.

Peritos de Defensa

Así lo han considerado también los peritos designados por el Ministerio de Defensa, que han expresado que «no es aceptable la obra realizada en las coronaciones y antepechos o parapetos del trozo de muralla que tratamos, pues no se ha tenido presente que la Muralla de Carlos III de Cartagena constituye un solo monumento y que, con el añadido realizado se falsea totalmente la interpretación de tan valioso monumento cargado de historia».

Estos expertos explican que el pretil diseñado por José María Torres Nadal «desvirtúa la función táctica para la que se construyó: muralla marítima abaluartada con parapeto a barbeta para morteros, debiendo mantenerse los parapetos originales y debiendo desaparecer el pretil de extraños ladrillos de color liliáceo con lo que aquellos parapetos han sido cubiertos».

La sentencia explica que, para que los viandantes que pasan por el camino que se construyó en la parte de arriba de la muralla no corran peligro ante la inexistencia del pretil, se puede solucionar tal y como han apuntado «los peritos y la Alcaldía de Cartagena». La solución sería rebajar la cota del paseo, entre otras, pero en todo caso «sin adicionar elementos extraños al muro original».

Fuente: La Verdad